11.05.11

Algo que me interesaría mucho hablar es, si el fin justifica o no los medios, cuando, en que contexto, y ante quienes. Típico de cuando te preguntan, si te dieran un millón de dólares, le chuparías la japi a Obama? -ue por qué él ._. -, es decir, supongo que muchos beatos si esto fuera literalmente, accederían a lustrarle el miembro al compañero. Después de todo, nuestra moral, nuestro nombre, nuestra dignidad, siempre acaba teniendo un precio y en monedas. Entonces, al fin y al cabo, el fin justificaría los medios.
Pongamos un ejemplo claro. Una persona queeee, dejennnme ensar, cruza un semáforo en rojo. Bien, caso común y corriente en las calles porteñas. El hombrecito posiblemente pudo haber atropellado a un nene, chocado contra un auto cual llevaba en su interior a una mujer embarazada, una ambulancia que a toda prisa se dirigía a salvarle la vida a algún salame, o simplemente pudo haber atraído la atención de un policía, patrullero, que ocacionalmente se encontraba allí, y de no haber sido así, éste podría haber actuado de oficio ante un hecho delictivo que, ocacionalmente allí se estaba comentiendo, pero no, tenía que perseguir al apresurado hombrecito. Estos casos, e infinitos otros, podrían haber sucedido, cualquier día, cualquiera sea el lugar, y cualquiera sea la hora. Ahora bien, el hombre cruza el semáforo, y al siguiente, plaf, está en rojo y, ahora si, hay autos adelante y no puede atravesarlo nuevamente en infracción. Cuanto ganó? 80 metros más? Waw ._. El hombre ES FELIZ, -ahora el hombre tiene una pepsi y unas lays y una sonrisa de oreja a oreja en su rostro-, Valió la pena arriesgar? Y, creería que no. Por una avivada, por querer llegar 2 minutos antes -fin- el hombre cruza el semáforo indevidamente -medios-,
Si Nicolas Maquiavelo leyera esto, vomitaría lo que comió hace 484 años.

Ahora bien, por otro lado, nosotros siempre perseguimos fines, lo hacemos todo el tiempo. Todo lo que hacemos, lo hacemos con una intención, puede ser directamente o indirectamente referido a lo que estamos haciendo, es decir, cuando perseguimos un fin, que el medio, sea otro fin, se entiende? Ejemplo claro ._. Cuando pedimos perdón. El fin es que la otra persona se sienta mejor porque sabe que estamos arrepentidos de nuestros actos, aunque no le afecte en nada directamente. El fin verdaderamente es lograr levantar nuestro ego, lo hacemos para sentirnos bien, y el medio termina siendo pedirle perdón a la otra persona, si no lo hicieramos, la culpa nos carcome, no nos deja en paz, y por sobre todo, no llegamos a nuestro preciado fin.
El precio para conseguir nuestro preciado fin, puede diferir de acuerdo a cada situación planteada. Está en nostros querer pagarlo o no.Usualmente, el precio puede ser alto, aunque las retribuciones pueden ser buenas tambien -fin- El problema surge cuando queremos el fin, sin aceptar el precio, aceptando cualquier tipo de consecuencias, o no, no haciendose cargo, que es peor, va en cada uno. Hay una delgada línea entre lo que está bien y lo que está mal, y esto llega a esa frontera para luego ser socialmente juzgado y aceptado o rechazado, y dependiendo del contexto histórico.
Una escena que no me voy a olvidar nunca es, cuando en el colegio primario, -colegio católico- nos decían lo que le habian hecho a Jesús, que lo habían juzgado, crucificado, asesinado, sepultado, etc etc. Ubiquémonos en el contexto histórico. Jesús como habitante y mandado a ser juzgado por determinado crimen, se lo encuentra culpable -sea o no culpable- y se lo condena con la crucificación. Jesús muere, resucita, etc. Qué pasó ahí? No fue mas que un acto público en el que se acusó y condenó a un hombre, cual, asesino, violador, evasor de impuestos, de hoy en día se lo condena a 20 años de carcel, es decir, era la pena que en el momento regía, no era una aberración a los derechos humanos, estaba socialmente aceptado. Ahora bien, imagínemos que éstas cosas no me las planteaba de pibe, y casi el catolicismo consigue su fín, llenarnos la cabeza con datos manipulados y fuera de contexto. Está bien eso? Cuántos alcanzan a plantearse estas cosas? El fin, justifica los medios?

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2 comentarios:

  1. Si tuviera que resumir mi comentario a la menor cantidad de palabras posibles diría "Totalmente de acuerdo", pero para comentar eso tal vez no lo hubiera hecho, así que alguna opinión también saldrá.
    Aunque no sea una realidad aceptada o negada por particularmente algunos que se autotitulan como "superiores" o "mejores" solo porque siguen al pie de la letra lo escrito por alguien (estimo sabrás a que me refiero pero mantengamos el anonimato), todos tenemos en cierta forma un PRECIO, y qué mejor ejemplo que el escrito al comienzo del texto, puede ser ese valor, quizás más, menos u otra manera económica o personalmente necesaria la que puede impulsar a cualquiera, sin importar sus gustos personales, a hacer tal o cual cosa..
    También es importante resaltar que si bien algunos podrán jactarse de tener ciertos "principios" que no cambiarían por nada, estos principios son fácilmente corrompidos al punto de omitirlos con el fin de obtener "algo", una manera de sobresalir por sobre quienes consideran "inferiores", sin importar que no haya sido mérito propio, porque el fin justifica los medios..
    Bueno, ahora me despido, espero no haber molestado ni al escritor ni a ninguna otra persona que haya leído esto..

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  2. Totalmente de acuerdo, todos tenemos un precio, y está dentro de este sistema económico capitalista, se paga en pesos, es la triste realidad. También es cierto que, al menos yo, tengo límites -creo- y que son los básicos de cada persona, donde el fín toca fondo, y es ahí donde el fín se extralimita a ser reprimido por nuestro instinto, que considero como último recurso. Ahí es donde el medio no es justificado por el fin. Y es también donde pienso, cuán grande es el precio, y el valor, de tener la conciencia tranquila, estar en paz, si mi fin es lograr la ataraxia, cuánto tengo que pagar o cuánto resignar para lograr la felicidad.
    Pero en fin, si todos tenemos al fin de cuentas un precio, me alegra saber que mi precio es más alto que seguramente el de muchos otros, y me deja más tranquilo conmigo mismo.

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