Enamoramiento, para mí? Algo tan básico, elemental. Poniendo todo a prueba con solo preguntar, qué espero de una mujer, qué espero de una pareja. No estaría mal asociar a la pregunta qué espero de ella, que me supongo, en este estado de total y profundo enamoramiento, es lo que más se apega a mi idea de mujer, de pareja. Y en el difícil proceso de abstracción dentro de la mente para el propio entendimiento, porque claro, como siempre me pasa, no sé qué (mierda) quiero, con sólo preguntar, pone en duda mi ser, pone en duda si ella se apega a esa idea de mujer. Pero sí, mis queridos amigos. Todas sus cualidades son inherentes a mi idea de mujer. Ella es simplemente perfecta, siendo imperfecta a la vez. Y aunque poco sentido tenga lo que digo, paradójicamente es exactamente lo que pienso.
Y luego de estar enamorado? Y cuando se acabe ese anteriormente cuestionado enamoramiento? Porque claro, es a lo que tanta importancia intento darle, después de varias vivencias, uno se hace a sí mismo y se va conociendo de lo que quiere, de lo que siente. Y sí, señores. Sigo creyendo que es ella la mujer.
Independiente mente de lo que piense. En otras palabras, me resbala lo que piense, si le intereso o no, si quiere lo mismo que yo. Y evidentemente no. Lamentablemente, ella no quiere lo mismo, mis queridos lectores, compañeros viajeros de este expreso de la vida. Básicamente, no estoy ni cerca de apegarme a sus pretensiones, a su ideal. Y, lógicamente, no va a cambiar por mí. Y, lógicamente, no puedo cambiar por ella, ni quiero cambiar por ella, muestra irrebatible de debilidad e inseguridad. Ella pareciera que vive en un mundo lleno de hadas, gnomos, y duendes por doquier, señores. O intenta vivir, donde todo va a ser color de rosas, perfume de jazmín, días de sol sin nubes. Y los habitantes de su mundo, serían personas que encajaran, en teoría, con su idea o prototipo, o estereotipo, en fin. O, dicen, encajar. O ella es quien decide incluirlos.
Lejos de ser parte de ese mundo de canciones, rico olor, bellos colores, gnomos, días de sol, vivo mi vida alejado en general de la felicidad, viviendo una realidad más amarga, donde los días a veces son de sol, a veces están nublados, a veces de lluvia, tormentas eléctricas, de humedad, y a veces, hasta pareciera que el sol decide no amanecer, viviendo una vida un tanto más infeliz, pero viviendo una vida, creo, más apegada a la realidad, a la objetividad, viviendo una realidad más real, o al menos lo intento. Mi realidad, creada por mí, principalmente, siendo aún subjetivo, se acerca más a lo real, amando y valorando todo aquello que me cuesta horrores conseguir, boxeando aquellas cosas que podrían hacerme feliz, añorando momentos que jamás existieron, volando demasiado alto, y cayendo bajo, dudando certezas, asegurando dudas, tachando la doble.
Dentro de la primera parte de mi citado universo, vive ella, en los más altos aposentos, ocupando gran parte de mi mente y de mi tiempo.
Creyendo penosamente, manteniendo ese hilo de esperanza en vos, aguantando. Dejándome pensando en todo aquello con la cabeza entre mis manos, dando lástima, dándome lástima. Así voy viajando.
Y si es así como esto parece, si acaso tengo razón en lo que pienso, que no vas a estar allí cuando te siga esperando eternamente, en aquella noche de lluvia intensa, de gotas cayendo sobre el asfalto, mojándome, mezclando lágrimas saladas con dulce agua fría, solamente te pido que te alejes, nada más, y de a poco, progresivamente. Pero que no me lo digas, solamente necesito que te alejes, porque no quiero dar más lástima, porque no quiero darme más lástima. No te quiero más en mi mente si así va a ser, no quiero tampoco tu amistad. Y si no es lo que quiero, realmente no quiero nada, no me conformo tan fácilmente.
Lamento ser terminante en mi raciocinio. Lamento no poder seguir así. Lamento sentir esto que siento, tan profundamente. Realmente lo lamento por mí. Pero te pido que te alejes, si acaso no sentís lo mismo, porque estar así, me hace mal.
No así si sentís, porque bienvenida en mi vida vas a ser, y nada de lo que necesites te va a faltar, y nada de lo que quieras te lo voy a negar, y nada de lo que cualquiera te garantice, te va a faltar.
Y va a ser ese momento, en el que aquella eterna lluvia de verano va a cesar, y va a ser ese momento en que el sol va a brillar, y la noche ya no va a ser noche, y el día va a ser eterno en aquel paisaje, en ese momento con colores, con vida, con alegría, felicidad, plenitud, sin penas. Solo será si crees que puede ser posible tal concepción. Nada pierde uno con intentar, sin ánimos de mendigar, compañera de viaje.
que lindo
ResponderEliminargracias mar :)
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